miércoles, 23 de mayo de 2012


"EL EJEMPLO DE ESPERANZA"

O como duplicar el déficit de la CM en mes y medio

No hace tanto tiempo que la Presidenta de la CM y su caballero Percival, alardeaban en todos los medios de comunicación de gobernar una Comunidad ejemplar en el cumplimiento de los objetivos de estabilidad y la que menos déficit había declarado en 2011.

Mes y medio después resulta que se habían olvidado de 2.100 millones de euros, "una nadería", y el 1,1% de porcentaje del PIB se convertía en el 2,2%, es decir el doble. Este record de ineficacia o falsedad, cada uno elija, ha venido acompañado de revisiones en la misma dirección en la Comunidad Valenciana, 8 décimas más en porcentaje de PIB, y Castilla y León, un cuarto de punto más. Todas ellas gobernadas por el PP.

Las trampas han emergido al presentar los planes de pago a proveedores de las comunidades, para solicitar ayudas del Gobierno, al constatar que las cantidades solicitadas no se correspondían con las contabilizadas.

Así el partido ultra centrista ha intentado echar agua al vino, utilizando el lenguaje pepero habitual. Lo que en Comunidades gobernadas por otros era "guardar facturas en los cajones", en estos casos son "ajustes", lo que en Andalucía, unas pocas decenas de millones de desviación, son cantidades intolerables, aquí no tienen importancia (Rajoy dixit).

Aún está reciente como tronaba Cospedal cuando llegó al gobierno de Castilla la Mancha y, más reciente aún, el caso de Asturias, en el que unas elecciones repetidas por culpa "compartida" del PP y de Cascos, no impiden que se amenace -tal vez ante la inminencia de un gobierno de izquierda- con intervenir esa Comunidad, por retrasar  la presentación del plan de ajuste, por el retraso en la formación de un gobierno, que es consecuencia del lio que ellos han montado.

Sin embargo para Rajoy y el PP, lo de Madrid no es importante, quizás porque afecta a su partido, pero sobre todo porque el "vigilante" de la ortodoxia, el segundo de Montoro, Antonio Beteta, el de los "cafelitos" de los funcionarios fue, hasta finales de 2011, el responsable de la "cosa" en el Gobierno de Aguirre.

Los errores se reconocen con humildad, las mentiras se tapan con otras mentiras. Impostura o irresponsabilidad, no acaba la cosa ahí. Doña Esperanza, que humilde precisamente no es, que siempre ha sido partidaria de que la mejor defensa es un buen ataque y que también con frecuencia se ha fugado hacia delante para que no se hable de lo de atrás, empezó contraatacando en lo de Bankia con una de sus perlas: ella "fue a la fusión con una pistola en el pecho"; aunque olvida que la pistola la empuñaban al alimón Mariano (Rajoy) y Rodrigo (Rato) partidarios de un banco afín al PP.

Puesta a ser imaginativa, a la par que irresponsable, la siguiente perla fue la de pedir que se suspenda la final de la Copa del Rey, si el público pita al Príncipe. Sabe que es una burrada, que no es posible, porque el efecto de ese hecho y el lio que provocaría, sería infinitamente mayor que el de la silbada, pero eso le da lo mismo, ella no tiene responsabilidad en esa decisión, la tiene Mariano, y sin embargo esas palabras serán bien recibidas, por su troupe de "ultranacionalistas españoles" y, sobre todo, desplazan la atención de su responsabilidad en el estúpido -más tarde o temprano habría salido- ocultamiento del déficit de la Comunidad de Madrid o en el deterioro de la situación de Bankia.

El panorama se completa, cuando en un ejercicio absoluto de cinismo, culpa al Gobierno de Rajoy -¿a su anterior Consejero Beteta?- de haber anticipado la cifra de 1,1% de déficit en la CM, porque era una cifra provisional, lo que no le impidió a ella sacar pecho durante días por los buenos, a la vez que falsos, resultados, como si fuesen definitivos.

Vamos como hermanos o como diría Mariano (Rajoy): ¡Joder que tropa!.

¿A alguien le extraña que con el panorama descrito, lo de la credibilidad y la confianza vaya sólo regular?



Andrés Gómez






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