Frente
al expolio a los ciudadanos
SI
HAY OTRO REMEDIO
(Publicado
en CuartoPoder - 14 de julio de 2012)
No son obligaciones, son
recomendaciones según Rajoy, pero se han cumplido e incluso excedido las
condiciones impuestas por Merkel y la Comisión Europea para el rescate de la
banca. Formalmente no hay rescate de España, pero las condiciones son las
mismas y sin la ventaja de financiar la deuda soberana con intereses más bajos.
España seguirá sometida a los designios de unos mercados que no han acogido con
excesivo entusiasmo las durísimas medidas anunciadas por el Presidente en el
Congreso, y han respondido como si a la prima de riesgo y las bolsas les diese
igual lo que opine Rajoy.
En España, el Presidente
de la patronal CEOE reacciona diciendo que se "está en el buen camino,
pero que se han bajado poco las cotizaciones a los empresarios y se ha subido
mucho el IVA". ¿Le preocupa a este Señor el déficit?. Evidentemente no.
La reforma laboral masacró
el derecho del trabajo en el sector privado y en el personal laboral de las
administraciones públicas, impulsando una devaluación competitiva de los
salarios sin que, por el momento, haya
tenido más impacto en el empleo que un mayor crecimiento del paro.
Ahora los empleados
públicos, a los que ya se les habían reducido un 5% sus salarios, y en algunas
Comunidades y Ayuntamientos más, perderán una paga extraordinaria y verán
incrementada su jornada.
A los desempleados se les
recortan unas prestaciones, no precisamente generosas, a partir del sexto mes
de cobrarlas, se amenaza con endurecer las condiciones de su cobro y se anuncia
la posibilidad de retirar la prolongación extraordinaria del subsidio de 425
euros.
Los pensionistas no se
libran. Se guarda la formalidad de llevar los recortes al Pacto de Toledo pero
se anuncian modificaciones a lo ya modificado por el Gobierno anterior, para
acelerar la implantación del retraso de la edad de jubilación a los 67 años,
ampliar a toda la vida laboral el cálculo de la pensión y endurecer las
jubilaciones anticipadas, que ya sólo están previstas, prácticamente, para los
parados de más edad. Pero habrá más, porque condicionan cualquier discusión con
el anuncio de la bajada de dos puntos a las cotizaciones empresariales, que
reducirá la recaudación y pondrá en peligro el equilibrio de las cuentas de la
Seguridad Social.
No queda títere con
cabeza. Y por si fuera poco se sube el IVA en más de dos puntos como promedio y
se anuncian nuevos impuestos para los hidrocarburos y la electricidad. Este brutal
tajo se añade a los recortes continuados a la educación, la sanidad y los
servicios sociales y a las subidas desorbitadas de tasas y precios públicos de
los servicios municipales y autonómicos.
Rajoy dice que "no
hay otro remedio" y señala que la causa está en el "excesivo
endeudamiento de los agentes económicos". No dice que más de unos que de
otros, porque más de dos tercios de la deuda privada, que es la inmensa
mayoría, corresponde a las promotoras inmobiliarias, las grandes empresas del
Ibex 35 y, por tanto, de las entidades financieras que dieron voluntariamente
crédito a estas actividades por los "ingentes beneficios" que,
equivocadamente, preveían.
Lo que vamos a pagar la
inmensa mayoría de los ciudadanos está claro y muchos lo pagarán con inmenso
sufrimiento. Los responsables no pagarán nada, al contrario están recibiendo.
Han recibido una amnistía fiscal que, encima, se están pasando "por debajo
del arco del triunfo", y van a recibir una reducción de cotizaciones
sociales con carácter general, tanto si tienen muchos beneficios como si no, tanto
si invierten y crean empleo como si no. Y eso en un momento en que se da a
conocer que los administradores de las empresas del Ibex incrementaron un 5%
sus retribuciones el año pasado y los consejeros ejecutivos el 9%.
¿Que no hay más remedio?.
¡Claro que lo hay!. Dos ejemplos muy simples lo ilustran.
El Ministro Montoro fue el
primero que anunció en la Escuela de Verano de la FAES la subida del IVA y su
peregrino argumento fue que "si todo el mundo pagase este impuesto no
habría que subirlo porque se recaudaría más del triple que los que representará
la subida". Es decir que se carga sobre los que cumplen lo que se renuncia
a perseguir a los que defraudan. Eso no es un mal inevitable, es una decisión
política injusta.Con la subida del IVA se prevé, que es mucho suponer, una recaudación adicional del entorno de siete mil millones de euros. Cada punto de bajada de cotizaciones sociales a los empresarios equivale a tres mil quinientos, o lo que es lo mismo, la bajada de dos puntos equivaldrá a la subida del IVA. En su último memorando sobre España, el FMI recomendaba que no se bajasen cotizaciones, en tanto el déficit público no bajase del 3% del PIB. La conclusión es obvia, la subida del IVA no es para reducir el déficit, sino para bajar las cotizaciones a los empresarios. Otra decisión política marcada por la ideología y no por la necesidad.
Son dos ejemplos, pero podría haber más. Un impuesto mejorado sobre el Patrimonio o las grandes fortunas, permitiría gravar a los que se han enriquecido sin freno durante los años de euforia y recaudar varios miles de millones de euros. El pago medio sobre los beneficios de las empresas tiene un tipo real que no llega al 10% (el 8% para las empresas más grandes). Una mejora de este impuesto que hiciese que se cumpliesen simplemente los tipos establecidos, duplicaría su recaudación.
El sufrimiento que se podría
evitar con medidas como éstas, el crecimiento que se podría impulsar reduciendo
al mismo tiempo el déficit, es cuantificable. Hay otro remedio pero no quieren
aplicarlo, porque han decidido que no van a tocar los intereses de los más
pudientes y que van a descargar todo el coste de esta crisis en la población
modesta y trabajadora. Y eso no es un mal inevitable es, simplemente, ideología
ultra conservadora y defensa de los intereses de los más fuertes, que además
son los más responsables de esta situación.
Andrés
Gómez
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