domingo, 8 de julio de 2012


LOS RECORTES QUE VIENEN

Los mercados no dan tregua

Decían que el rescate venía sin condiciones, pero las noticias de estos días lo desmienten.
Después del optimismo desatado por las conclusiones de la Cumbre de Jefes de Gobierno de los países del Euro, se ha impuesto la cruda realidad. El Gobierno finlandés amenaza con salir de la moneda común si aprueban las medidas acordadas en Bruselas, sectores influyentes en Alemania rechazan lo que, a su juicio, sería que los ciudadanos alemanes pagasen el rescate de los bancos de otros países, el Primer Ministro Cameron anuncia que no es impensable que el Reino Unido salga de la UE, Merkel anuncia que el rescate de España no se aprobará en el próximo Consejo y distintos dirigentes de la Unión advierten que están esperando el nuevo programa de ajustes en España, hasta 2014, antes de decidir si se flexibiliza o no el cumplimiento del déficit.

Con este panorama, los dos días siguientes a que el Presidente del BCE, Mario Draghi, anunciase la bajada de tipos de interés al 0,75%, se vuelven a disparar las primas de riesgo de España e Italia y las Bolsas se deprimen.

La negativa de Rajoy a relacionar las nuevas medidas de ajuste con exigencias de la UE no convencen a nadie y los mercados, recelosos, intensifican su presión en esta dirección para que quede claro quién manda. Mientras tanto el Gobierno de España anuncia nuevas y duras medidas, sin especificar cuáles serán, y Rajoy continúa con su mantra particular de que "se va hacer lo que se tiene que hacer".

Previo al compromiso del rescate a España (la Banca), la Comisión Europea ya advirtió que, entre otras cuestiones, la subida del IVA, la bajada de las pensiones y el recorte del gasto en prestaciones por desempleo eran ineludibles. Y pese a que el Gobierno lo negase en ese momento, desde entonces distintos responsables gubernamentales se han centrado en preparar el terreno y dosificar filtraciones en esa dirección, con la inestimable colaboración del Presidente de la patronal y algunos medios de comunicación.
Las dudas están en si la subida del IVA será general o con subidas de los tipos reducido y superreducido. O si ambas cosas, una primero y otra después.
Sobre las pensiones se ha especulado con acelerar la implantación de la subida de la edad legal de jubilación, ya prevista en 67 años. O con ampliar el cálculo de la pensión a toda la vida laboral desde ahora mismo, en lugar de los 25 años con aplicación escalonada que aprobó el Gobierno Zapatero. También se ha anticipado la posibilidad de su congelación durante los dos próximos años.

Sobre las prestaciones por desempleo, se ha avanzado la idea de retirar cualquier prestación si se rechaza cualquier oferta de empleo, incluso por primera vez y fuera de la provincia de residencia, lo que sería más que una penalización al fraude un intento de buscar una vía de retirada masiva de prestaciones y de ahorro de gasto. Y de penalizar una vez más a los más débiles.

En los últimos días se ha intensificado la presión sobre los trabajadores del sector público. Se ha hablado de congelación, pero también de eliminar una de las dos pagas extraordinarias.

Lo curioso es que esta ofensiva ideológica conservadora, que llama reformas a lo que son simplemente recortes dirigidos a las clases medias y los sectores más débiles de la sociedad, que se argumentan en la no explicación y la repetición sistemática de que es lo único que se puede hacer, han coincidido en el tiempo con la presentación del paquete de medidas de austeridad presentadas por el Gobierno Socialista Francés que se ha concentrado en subidas de impuestos a los más ricos, a las empresas, a las rentas del capital, a las herencias, a las petroleras y a los bancos. Es decir, que sí se pueden hacer cosas distintas en Europa.

Lejos de ello, el Gobierno Rajoy afila las tijeras y hace más liviana en su aplicación una amnistía fiscal que ya era más que generosa para los evasores de capitales. Con escaso éxito por cierto.
Una opción ideológica ultra conservadora que no responde a ninguna lógica económica. Cobrar más impuestos al capital especulativo e improductivo sirve para movilizar recursos hacia el consumo, la inversión y la reducción del déficit público. Recortar empleo, salarios, pensiones o prestaciones por desempleo retirará aún más recursos del consumo y reducirá las bases impositivas de las capas medias trabajadoras, los parados y los jubilados, que son la gran mayoría que paga impuestos, reduciendo las posibilidades de recaudación y de reducción del déficit.

Pero la burricie coordinada de algunos tecnócratas europeos y el gobierno conservador de España, van a cargar los más de 30 mil millones de déficit que todavía quedan por reducir sobre las espaldas de las capas medias y los más débiles.  A Rajoy se le da la oportunidad de ser quién anuncie los recortes junto con el guión detallado de lo que tiene que anunciar.
¿Y con que posibilidad de éxito?. Con estos componentes en la receta ninguna. Y menos cuando hay un empeño en ocultar lo que se va a hacer y una actitud prepotente, que no quiere reconocer la responsabilidad de lo que hace, que se empeña en que los apuñalados sonrían y agradezcan la puñalada, que encima en Europa hace creer que se está recortando menos que lo recortado.

Me gustaría equivocarme, pero me temo que se nos avecinan unos años aún más duros que los pasados y todo porque "no se está haciendo lo que se tiene que hacer".



Andrés Gómez

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