sábado, 30 de junio de 2012


LA VISITA DE LOS ENVIADOS DE ADELSON DESINFLA EUROVEGAS
                                   

Las visitas de los enviados de Adelson a Barcelona y Madrid han enfriado, y mucho, las expectativas creadas sobre la posible instalación del "Parque temático del juego" en alguna de estas ciudades.

A pesar de las cifras dispares ofrecidas en las comparecencias de prensa en ambas ciudades, lo conocido muestra que el proyecto se redimensiona respecto a los disparatados números que se barajaron al principio, y las condiciones para la inversión se complican, no sólo por el mantenimiento de la exigencia de cambios legales sino también por el requerimiento de una financiación que difícilmente conseguirá en las actuales circunstancias, y de un retorno del 20% de la inversión.

Más explícitos en Barcelona, lo que da mayor fiabilidad a los números allí expuestos, la dimensión económica inicial del proyecto no llega ni a la mitad de lo hablado. Se plantea un proyecto que se financiaría en un 20% por el inversor, en un 15% por los beneficios que generase la actividad y en un 65% mediante crédito, por importe de 4 mil millones de euros. Esto implicaría una inversión de 7 mil millones de los que la aportación directa del inversor no llegaría a 2 mil.

La previsión sería empezar la actividad con seis mil habitaciones de hotel, aunque los posibles inversores indican que la cifra inicial podría reducirse a tres mil, y tienen una previsión de inversión en suelo valorada en 300 millones de euros, lo que con una disponibilidad requerida de entre 5 y 10 millones de metros cuadrados, supondría un precio de entre 30 y 60 € por metro.

Así el impacto en empleo del proyecto se reduce notablemente sobre las cifras iniciales: se habla de 15 mil empleos en construcción y otros tantos en actividad directa generada en  hostelería y otros servicios.

En Madrid los enviados de Mr. Adelson añadieron, solemnemente, que no querían legislación especial para el complejo pero que, sin cambios legales que respondiesen a sus requerimientos, la inversión no será posible. Aguirre, metida en el juego de hoz y coz, afirmó que si es necesario para el proyecto, se cambiará la Ley antitabaco. Es decir que Mr. Adelson manda más que el Congreso de los Diputados.

Casi al mismo tiempo Adelson hablaba en Macao de más de 26 mil millones de euros de inversión y 36 mil habitaciones en Europa, cifra que contrasta tanto con la expuesta en España, que más parece un juego de presión para que se acepten sus condiciones, que algo real. Sobre todo porque la ampliación del proyecto, sobre lo previsto inicialmente, se condiciona a la rentabilidad del capital y la posibilidad de reinversión que genere, lo que en estas circunstancias no deja de ser un brindis al sol.

Así el panorama es que un proyecto que, en el mejor caso, crearía 15 mil empleos estables, requeriría, al menos, 4 mil millones de crédito, mucho suelo barato, el coste público de urbanización, infraestructuras y equipamientos, cambios legales impuestos por un inversor privado y una rentabilidad por encima del 20%.

Mucho ¿no?. Cada día que pasa crece la impresión de que estamos ante un globo pinchado. Del primitivo entusiasmo de Aguirre y Botella se pasó a lo "políticamente correcto" de decir que lo importante es que el proyecto se quede en España, aunque no sea en Madrid; un síntoma inequívoco de distanciamiento, que no se produciría si viesen alguna posibilidad de acceder al negocio.

La última señal es que están buscando "chivo expiatorio" al que cargarle el mochuelo: y lo han encontrado en Miguel Sebastián. Cierto que, como Ministro de Industria y Turismo recibió al inversor, y lo remitió a las Comunidades Autónomas de Madrid y Cataluña como autoridades competentes, pero ni en las hemerotecas ni en la red se encuentra ninguna declaración suya al respecto, en tanto menudean las exageraciones entusiastas de Doña Esperanza y Doña Ana. Lo suyo de siempre, se apuntan a lo que creen que les viene bien, lo haya hecho quien los haya hecho y si no, pues "la culpa la tiene Zapatero".

Si no fuese por sus prejuicios ideológicos y su permanente convicción de que lo que es bueno para el interés de sus amigos es bueno para España, tienen información y elementos suficientes, para saber que este proyecto no es el mejor para el cambio que requiere la economía española. Saben, mejor que nadie, la desastrosa experiencia de los parques temáticos en España, y específicamente la de Parque Warner en Madrid. Con un mínimo análisis, conociendo la situación de crisis actual, deberían saber que el proyecto no sólo no es bueno; es que, además, su viabilidad económica es más que dudosa desde el principio.

El juego seguirá hasta septiembre, cuando formalmente Adelson tome una decisión definitiva. Él seguirá presionando para ver si saca lo que quiere y puede seguir haciendo buenos negocios con apoyo público. Pero ni la Comunidad de Madrid ni la Generalitat de Cataluña, en estas circunstancias, pueden garantizarle ni el suelo subvencionado, ni la inversión en urbanización e infraestructuras, ni mucho menos los cuatro mil millones de financiación del proyecto que pide; y es más que dudoso que Rajoy se meta en este charco o  asuma el desgaste que le supondría un cambio legislativo hecho a medida como éste, con la que le está cayendo en Europa.

Así las autoridades de Cataluña y, sobre todo, las de la Comunidad de Madrid, esperarán poder seguir "echando agua al vino", continuar buscando culpables donde no están, con el objetivo de que se olviden las estupideces que han dicho y han hecho todo este tiempo.

Y "Espe la Tramposa", si no le cambian la Ley antitabaco, echará la culpa a Mariano, por no tener bemoles, de la "pérdida de esta oportunidad". Y se quedará tan oreada. ¡Como una Señora!



Andrés Gómez

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